Islandia
Blue Lagoon
La Blue Lagoon de Islandia no es una piscina convencional. De estas hay varias en Reykjavik, son muy económicas y de aguas termales y suponen una buena opción para pasar un rato en caso de viajar con niños. La Laguna Azul es diferente. Aunque a menudo se anuncia la Blue Lagoon como un balneario geotermal, tampoco se puede decir exactamente que sea un balneario, aunque es cierto que se oferecen tanto masajes como otros tratamientos de belleza y pseodosanitarios.
En realidad la Blue Lagoon aprovecha las aguas residuales de una planta de energía geotérmica para llenar una serie de balsas que se disponen a modo de piscinas naturales, que situadas en un entorno envidiable, hacen que a primera vista, puedan suponer uno de los más bonitos lugares del mundo para tomar un baño. Claro, que también tiene algunos inconvenientes, a los que luego me referiré.
La Laguna Azul, que vimos por primera vez desde el aire, antes de que nuestro avión procedente de Bristol aterrizara en Keflavik, está situada en un precioso entorno, rodeado de múltiples campos de centenaria lava. Según explican, de lava con 800 años de antigüedad.
La tierra está viva en Islandia y son varios las fuentes y las plantas de energía geotérmica en todo el país. Con todo ello, las aguas de la Laguna Azul, que se mantienen a una temperatura superior a los 38 grados de temperatura, son muy agradables para el baño, aunque fuera de la piscina la temperatura pueda estar bajo cero. Estas aguas son ricas en silicio y en microalgas, las cuales les da un precioso color azul, que es el que da nombre a la laguna.
Aguas termales en Myvatn
Aunque la Laguna Azul se lleva toda la fama, la realidad es que hay otros manantiales en Islandia que quizás merecen más la pena y que son, definitivamente, más baratos. En la norteña ciudad de Myvatn vivirás una experiencia auténtica sumergiéndote en las aguas calientes y azules islandesas sin multitudes o costes excesivos.
El Geysir (también conocido como El Gran Geysir) es el géiser más antiguamente conocido y uno de los ejemplos más impresionantes de este fenómeno en todo el mundo. Está situado en el valle Haukadalur, Islandia. La palabra "géiser", que sirve para describir un tipo de fuente de aguas termales, deriva de Geysir (que a su vez deriva del verbo islandés "gjósa", que significa erupcionar). El Geysir se sitúa en la colina Laugarfjall (64°19′0.05″N 20°17′59.64″O), donde también podemos encontrar, 400 metros más al sur, el géiser Strokkur.
La mayor parte del tiempo, el Geysir puede lanzar agua hirviendo hasta más de 80 metros en el aire. Sin embargo, las erupciones no suelen ocurrir a menudo y en el pasado ha habido épocas en que no se han presentado durante años.Entre el 17 y el 20 de junio de 2000, durante el terremoto, Geysir llegó a 122 metros durante 2 días y es considerado el géiser más alto en la actividad, incluso provisional.
Desde principios del siglo XXI, el "Gran Geysir" dejó de manar agua debido a las piedras y objetos arrojados por los turistas. Actualmente, la mayor atracción turística es el Strokkur, otro géiser que arroja aguas cada cinco minutos y que pueden llegar a los veinte metros de altura.
Gullfoss es una de las atracciones más populares del país. Se encuentra en el amplio cauce del río Hvítá, que fluye hacia el sur y a un kilómetro de la cascada gira bruscamente hacia el este cayendo en tres escalones curvados. En ese momento se cae en dos saltos (de 11 y de 21 metros) en una grieta de 32 metros de profundidad, que mide unos 20 metros de ancho y 2,5 kilómetros de largo. El caudal medio en esta catarata es de 140 metros cúbicos por segundo en verano y 80 en invierno. El máximo flujo de agua medido es de 2.000 metros cúbicos.
Durante la primera mitad del siglo XX y algunos años más adelante, se creó una importante especulación acerca del posible uso de Gullfoss para generar electricidad. Durante este periodo la catarata fue alquilada indirectamente a inversores extranjeros por sus dueños, Tómas Tómasson y Halldór Halldórsson. Sin embargo, los intentos de los inversores de llevar a cabo el proyecto fracasaron, parcialmente por falta de fondos. La catarata fue vendida posteriormente al estado islandés. Incluso entonces se idearon planes para explotar el Hvítá, lo que habría cambiado Gullfoss para siempre. Estos planes no se llevaron a cabo y ahora Gullfoss está protegido.
Cierra los ojos. Imagina que te encuentras inmerso en un rincón del mundo en el que la naturaleza luce en todo su esplendor; un lugar en el que el frescor y el ensordecedor ruido que desata el deslumbrante salto de agua de casi 60 metros de altura que tienes ante ti logra agudizar tus cinco sentidos. Este lugar en el que te encuentras, rodeado por musgos y otras plantas de color verde radiante y bajo un hermoso cielo azul, es uno de esos lugares de postal soñado por cualquier viajero que se aprecie a conocer lo mejor de la Tierra del Hielo y Fuego: Seljalandsfoss, una de las cascadas más bonitas de Islandia y tal vez de todas las presentes sobre la faz de la Tierra.
La caida del agua de Seljalandsfoss procede del río Seljalandsá (que quiere decir río líquido) y que como ya comenté anteriormente, cae desde unos 60 metros de altura. Su caudal no resulta tan espectacular como el de otras muchas cascadas de Islandia, pero la belleza del paraje en su conjunto cautiva y te hace dar mil suspiros de admiracion. Si volviese a Islandia no dudaría en acercarme allí nuevamente.
Vatnajökull
Dyrhólaey es un capricho natural de Islandia digno de las mejores postales viajeras. Es uno de esas maravillas de la naturaleza que hacen de este paisaje un lugar único y muy fotogénico. Además, Dyrhólaey es un lugar que no está demasiado frecuentado por turistas. Está situado en el sur de Islandia, muy cerca de las playas de Vík y los Reynisdrangur. La gente suele ver estos "trolls de piedra" y luego pasa de largo. Craso error.
Lo que hace tan especial a Dyrhólaey es una formación rocosa, de unos 120 metros de longitud, y que tiene un curioso arco bajo creado por la erosión marina de forma natural. Se puede pasear por esta formación rocosa y desde allí tendréis unas vistas increíbles de un faro, las playas de arena negra y los acantilados. Desde Dyrhólaey también se puede contemplar Vík y sus célebres Reynisdrangur.
El contraste de colores que te ofrece esta maravilla es muy interesante. Compiten los distintos tonos de azules, negros, lavas y verdes, que conforman una estampa de lo más pintoresca.
Si tenéis pensado viajar a este fantástico país, reservad unas horas para contemplar la belleza desgarradora de Dyrhólaey, un capricho natural de Islandia.
Casas de césped en Akureyri
En el siglo XXI se está empezando a apostar por la arquitectura ecológica y el desarrollo sostenible. En Islandia, ya por el siglo IX desarrollaron la forma de construir viviendas muy eficientemente pese a la escasez de materiales como la madera. Los fríos inviernos islandeses crearon la necesidad de diseñar refugios con los elementos disponibles.
Averiguaron la forma de cortar el césped y construir viviendas usándolo como material. El césped proporciona aislamiento térmico y mantiene un ambiente seco. Sustentado por un marco de madera para ensamblar la estructura, y colocando piedras en la base para aumentar su rigidez, las casas de césped islandesas tenían un tiempo de duración muy superior a la esperanza de vida de una persona en la isla en aquella época.
A principios del siglo XIX los habitantes de las casa de césped fueron abandonándolas progresivamente para mudarse a viviendas anti sísmicas.
Actualmente quedan algunas de estas casas en pie, y fueron declaradas sitio de interés turístico en Islandia.
La Blue Lagoon de Islandia no es una piscina convencional. De estas hay varias en Reykjavik, son muy económicas y de aguas termales y suponen una buena opción para pasar un rato en caso de viajar con niños. La Laguna Azul es diferente. Aunque a menudo se anuncia la Blue Lagoon como un balneario geotermal, tampoco se puede decir exactamente que sea un balneario, aunque es cierto que se oferecen tanto masajes como otros tratamientos de belleza y pseodosanitarios.
En realidad la Blue Lagoon aprovecha las aguas residuales de una planta de energía geotérmica para llenar una serie de balsas que se disponen a modo de piscinas naturales, que situadas en un entorno envidiable, hacen que a primera vista, puedan suponer uno de los más bonitos lugares del mundo para tomar un baño. Claro, que también tiene algunos inconvenientes, a los que luego me referiré.
La Laguna Azul, que vimos por primera vez desde el aire, antes de que nuestro avión procedente de Bristol aterrizara en Keflavik, está situada en un precioso entorno, rodeado de múltiples campos de centenaria lava. Según explican, de lava con 800 años de antigüedad.
La tierra está viva en Islandia y son varios las fuentes y las plantas de energía geotérmica en todo el país. Con todo ello, las aguas de la Laguna Azul, que se mantienen a una temperatura superior a los 38 grados de temperatura, son muy agradables para el baño, aunque fuera de la piscina la temperatura pueda estar bajo cero. Estas aguas son ricas en silicio y en microalgas, las cuales les da un precioso color azul, que es el que da nombre a la laguna.
Aguas termales en Myvatn
Aunque la Laguna Azul se lleva toda la fama, la realidad es que hay otros manantiales en Islandia que quizás merecen más la pena y que son, definitivamente, más baratos. En la norteña ciudad de Myvatn vivirás una experiencia auténtica sumergiéndote en las aguas calientes y azules islandesas sin multitudes o costes excesivos.
La mayor parte del tiempo, el Geysir puede lanzar agua hirviendo hasta más de 80 metros en el aire. Sin embargo, las erupciones no suelen ocurrir a menudo y en el pasado ha habido épocas en que no se han presentado durante años.Entre el 17 y el 20 de junio de 2000, durante el terremoto, Geysir llegó a 122 metros durante 2 días y es considerado el géiser más alto en la actividad, incluso provisional.
Desde principios del siglo XXI, el "Gran Geysir" dejó de manar agua debido a las piedras y objetos arrojados por los turistas. Actualmente, la mayor atracción turística es el Strokkur, otro géiser que arroja aguas cada cinco minutos y que pueden llegar a los veinte metros de altura.
Gullfoss
Gullfoss es una de las atracciones más populares del país. Se encuentra en el amplio cauce del río Hvítá, que fluye hacia el sur y a un kilómetro de la cascada gira bruscamente hacia el este cayendo en tres escalones curvados. En ese momento se cae en dos saltos (de 11 y de 21 metros) en una grieta de 32 metros de profundidad, que mide unos 20 metros de ancho y 2,5 kilómetros de largo. El caudal medio en esta catarata es de 140 metros cúbicos por segundo en verano y 80 en invierno. El máximo flujo de agua medido es de 2.000 metros cúbicos.
Durante la primera mitad del siglo XX y algunos años más adelante, se creó una importante especulación acerca del posible uso de Gullfoss para generar electricidad. Durante este periodo la catarata fue alquilada indirectamente a inversores extranjeros por sus dueños, Tómas Tómasson y Halldór Halldórsson. Sin embargo, los intentos de los inversores de llevar a cabo el proyecto fracasaron, parcialmente por falta de fondos. La catarata fue vendida posteriormente al estado islandés. Incluso entonces se idearon planes para explotar el Hvítá, lo que habría cambiado Gullfoss para siempre. Estos planes no se llevaron a cabo y ahora Gullfoss está protegido.
Seljalandsfoss
Cierra los ojos. Imagina que te encuentras inmerso en un rincón del mundo en el que la naturaleza luce en todo su esplendor; un lugar en el que el frescor y el ensordecedor ruido que desata el deslumbrante salto de agua de casi 60 metros de altura que tienes ante ti logra agudizar tus cinco sentidos. Este lugar en el que te encuentras, rodeado por musgos y otras plantas de color verde radiante y bajo un hermoso cielo azul, es uno de esos lugares de postal soñado por cualquier viajero que se aprecie a conocer lo mejor de la Tierra del Hielo y Fuego: Seljalandsfoss, una de las cascadas más bonitas de Islandia y tal vez de todas las presentes sobre la faz de la Tierra.
En Islandia existen muchas cascadas, todas ellas de extraordinaria belleza, y por ello resulta difícil elegir la más bonita, pero Seljalandsfoss tal vez sorprende más que cualquier otra en parte por ser la primera que se visita junto a Gullfoss (de la que os hablé hace unas semanas). Es un lugar que atesora un gran encanto, serenidad y romanticismo y que por tanto es una visita obligada para cualquier visitante que desee acercarse a Islandia.
El reluciente arcoíris que se forma en los días soleados convierte a Seljalandsfoss a nivel paisajístico en una de las mayores maravillas naturales de toda Islandia. Si tienes suerte de verlo tal vez quedes hipnotizado.
Vatnajökull
Vatnajökull es el mayor glaciar de Islandia y el segundo de Europa.
El área del Vatnajökull es de 8.100 km². Cubre el sudeste del país y corresponde a más del 8 por ciento de su superficie total.
Es el mayor glaciar de Europa en volumen y el segundo en área, sólo superado por Austfonna en Nordaustlandet, en el archipiélago de las Svalbard (Noruega).Sus dimensiones son de unos 150 km de este a oeste y de unos 100 km de norte a sur.
El espesor promedio del hielo es de unos 400 m, llegando a un máximo de 1.000 m. El volcán más elevado de Islandia, el Hvannadalshnjúkur está localizado en la periferia Sur del campo de hielo, cercano al Parque nacional Skaftafell y exactamente por debajo del pequeño manto de hielo Öræfajökull.
Las lenguas glaciarias derivadas hacia los márgenes oeste, norte y noreste alcanzan altitudes de 600 a 800 msnm, siendo el grosor del hielo de unos 400 m en promedio y llegando incluso a los 900 m.
El punto más profundo bajo el glaciar alcanza los 300 m bajo la cuenca glaciar del Skeidarajökull.
La precipitación nívea anual varía entre los 4 y los 70 dm, variando entre un mínimo de 4 m en el extremo sur y disminuyendo drásticamente hacia el norte.
Vik y Dyrholaey
Dyrhólaey es un capricho natural de Islandia digno de las mejores postales viajeras. Es uno de esas maravillas de la naturaleza que hacen de este paisaje un lugar único y muy fotogénico. Además, Dyrhólaey es un lugar que no está demasiado frecuentado por turistas. Está situado en el sur de Islandia, muy cerca de las playas de Vík y los Reynisdrangur. La gente suele ver estos "trolls de piedra" y luego pasa de largo. Craso error.
Lo que hace tan especial a Dyrhólaey es una formación rocosa, de unos 120 metros de longitud, y que tiene un curioso arco bajo creado por la erosión marina de forma natural. Se puede pasear por esta formación rocosa y desde allí tendréis unas vistas increíbles de un faro, las playas de arena negra y los acantilados. Desde Dyrhólaey también se puede contemplar Vík y sus célebres Reynisdrangur.
El contraste de colores que te ofrece esta maravilla es muy interesante. Compiten los distintos tonos de azules, negros, lavas y verdes, que conforman una estampa de lo más pintoresca.
Si tenéis pensado viajar a este fantástico país, reservad unas horas para contemplar la belleza desgarradora de Dyrhólaey, un capricho natural de Islandia.
Averiguaron la forma de cortar el césped y construir viviendas usándolo como material. El césped proporciona aislamiento térmico y mantiene un ambiente seco. Sustentado por un marco de madera para ensamblar la estructura, y colocando piedras en la base para aumentar su rigidez, las casas de césped islandesas tenían un tiempo de duración muy superior a la esperanza de vida de una persona en la isla en aquella época.
A principios del siglo XIX los habitantes de las casa de césped fueron abandonándolas progresivamente para mudarse a viviendas anti sísmicas.
Actualmente quedan algunas de estas casas en pie, y fueron declaradas sitio de interés turístico en Islandia.
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