Suiza

Basilea

Concentra el mayor número de museos del país, cuarenta, algunos de ellos de reputación internacional, como el de Arte de Basilea, de las Culturas, Fundación Beyeler o Jean Tinguely. Metrópoli verde donde las haya, son numerosos los jardines y parques que invitan al paseo, al igual que la orilla del Rin, navegable hasta su delta en el mar del Norte. Y, en su casco antiguo, librerías ‘de viejo’ y boutiques de modernos diseñadores son una muestra del contraste de otro de los lugares de interés en Suiza.




Ginebra

Denominada ‘capital de la paz’ por ser sede europea de la ONU y Cruz Roja, Ginebra es uno de los imprescindibles que visitar en Suiza. El "Jet d'eau", surtidor de agua de 140 metros de altura en la orilla del Lago Lemán, es uno de sus símbolos más representativos, al igual que el “Horloge Fleurie”, reloj de flores del Jardín Inglés, que recuerda que nos encontramos en la cuna del prestigioso arte relojero. A escasos minutos en coche, el Mont Salève invita a irse de excursión en un paisaje de cuento.




Zúrich

Más de cincuenta pinacotecas, cien galerías y tiendas de antigüedades son la excusa perfecta para viajar a Suiza si eres un amante del arte. O, si prefieres la moda, en Bahnhofstrasse encontrarás las más renombradas marcas de moda, accesorios, joyas y relojes. Zúrich presume de la densidad de clubs nocturnos más alta del país, sin hora de cierre conocida, y especialmente destacables en la temporada estival, con muchos de ellos al aire libre. Por algo está considerada la ciudad con mejor calidad de vida del mundo.





 Berna

Rodeada de campiña, el tiempo parece haberse detenido en las calles de su zona antigua, declarada Patrimonio Cultural Mundial por la Unesco, y rodeadas de seis kilómetros de soportales bajo los que refugiarse de la intemperie o curiosear entre pintorescas tiendas y bares en bodegas subterráneas. Berna es otra de las villas que ver en Suiza y no necesitas más de un día para recorrerla, con paradas obligatorias en sus fuentes decorativas, Torre del Reloj y catedral.




Lucerna

Puerta de entrada a la Suiza Central, a orillas del Lago de los Cuatro Cantones, es uno de los lugares más turísticos de Suiza. Su casco antiguo, con estrechas callejuelas y pintorescas plazas, le da ese aspecto característico de localidad medieval que puede contemplarse desde el puente de la Capilla, uno de los más antiguos de Europa, techado y de madera. En contraste, el modernísimo Centro de Culturas y Congresos (KKL) de Jean Nouvel nos indica que Lucerna mira hacia el futuro.



Zermatt

Clásica entre los clásicos, esta exclusiva estación de esquí a los pies del monte Cervino es otro de los lugares de interés en Suiza, aunque no te guste lo más mínimo este deporte. Los vehículos que usan combustible tienen prohibida la entrada en un empeño por conservar su patrimonio histórico, aunque sí es posible circular con coches eléctricos. Accesible en tren desde Täsch y Visp, Zermatt es un destino mítico y único en los Alpes desde hace siglos, con restaurantes de altísimo nivel.





Verbier

Sede cada verano de uno de los festivales de música clásica más importantes del mundo, Verbier es la más cosmopolita de las estaciones del Valais, con incomparables vistas panorámicas sobre el macizo de Combins y el Mont Blanc. Si en invierno resulta ideal para esquiadores profesionales y principiantes, en verano se pueden recorrer a pie o en bicicleta más de 500 kilómetros de senderos señalizados, así como practicar parapente, golf o escalada. Otro motivo más para viajar a Suiza.





Interlaken

Una envidiable red de senderos, más de 45 ferrocarriles de montaña y funiculares aéreos convierten a Interlaken en el punto de partida idóneo para numerosas actividades y excursiones. Además, 200 kilómetros de pistas con acceso en telesilla o telesquí, y trayectos en barco por los lagos de Thun y Brienz, uno de ellos histórico vapor de ruedas, hacen que den ganas de hacer la maleta ya mismo. Un must que visitar en Suiza en cualquier época del año.





Friburgo

Pocas ciudades pueden presumir de un casco medieval como el de Friburgo, con más de 200 fachadas góticas del siglo XV. Uno de los lugares más turísticos de Suiza invita a subir al ‘Funi’, funicular que lleva en funcionamiento desde 1989, sin electricidad ni gases contaminantes, y que utiliza aguas depuradas de la ciudad para impulsarse. Tampoco hay que olvidar la catedral, consagrada a San Nicolás, con una torre de 74 metros desde la que se divisa la urbe a vista de pájaro.




Davos

Con 1560 metros de altitud, es la ciudad más alta de los Alpes. Punto de partida de los famosos ferrocarriles Glacier-Express y Bernina Express, su lago es uno de los más animados que ver en Suiza, con playa, y centro de surf y vela. Rutas en bicicleta de montaña y monopatines, así como ala delta y parapente, invitan a visitar Davos en verano, mientras que otros deportes, como esquí, surf de nieve, patinaje sobre hielo o curling, harán las delicias de sus fans en la temporada de invierno.





Appenzell

¿Quieres viajar a Suiza para estar en plena naturaleza? Con apenas 7.000 habitantes, Appenzell ofrece al excursionista caminos de diferentes dificultades, desde pequeñas colinas a peñones y picos de más de 2.500 metros de altura. Para los perezosos, el funicular aéreo permite viajar de Wasserauen a Ebenalp en solo 15 minutos, atravesando un paisaje idílico protagonizado por las cuevas de Wildkirchli. Y, de vuelta a la ciudad, una visita a la Brauquöll Appenzell nos mostrará cómo se elabora la cerveza local.




Kandersteg

A 1.200 metros de altitud y con fantásticas vistas del monte Blüemlisalp, Kandersteg cierra esta lista de los lugares más bonitos que ver en Suiza. Con una amplia oferta de alojamiento, desde posadas de montaña a campings, pensados para todos los bolsillos, es también uno de los mejores enclaves para saborear la gastronomía autóctona, con varios restaurantes galardonados con tres Gilde, distinción entregada por una asociación de gastrónomos suizos, su particular Guía Michelin.




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